Ayer vi una de las mejores películas que jamás haya visto en mis 16 años. Se llama her y trata muchos temas interesantes, de esos temas en los que te quedas pensando mientras tomas el desayuno o mientras escuchas música.
El tema principal de la película consiste en amar a alguien que sabes que no existe. El protagonista, Theodor, esta pasando por un amargo divorcio y se enamora de una aplicación de software cuya voz imita a una humana.
Parece una locura, ¿verdad? Enamorarte de un ordenador...
Sin embargo, yo no lo veo tanta locura.
Los humanos cuando pasamos por algún momento difícil, buscamos ayuda, compresión, alguien o algo que nos invite a continuar.
Nos agarramos a ideas absurdas o a personas que ni siquiera sabemos quienes son realmente.
Esto se puede ver reflejado en las relaciones a distancia. Es como si estuviésemos realmente saliendo con un ordenador pues únicamente podemos llegar a ver a esa persona dos veces al mes, agarrándonos a su triste recuerdo.
Esta película muestra grandes valores humanos e invita a reflexionar sobre temas que nunca antes me había detenido a pensar.
¿Realmente los seres humanos seriamos capaz de salir con un ordenador? ¿Necesitamos físicamente a una persona para poder amarla? ¿Por qué nos agarramos a las pequeños detalles de la vida cuando todo sale mal? ¿Por qué necesitamos rellenar un hueco tras una ruptura?
Estela Oltra
No hay comentarios:
Publicar un comentario